Placer a 150 millas por hora Alemania invita a....MANEJAR!!!
Publicado: 23 Sep 2005 18:49
J.Mota/Univision Online
Mi velocidad máxima fue de "apenas" 230 kilómetros por hora (142 millas/hora) solo durante algunos minutos a la vez
AUTOBAHN A7 DE HAMBURGO A FRANKFURT
- Caminar en los glaciares de Argentina, hecho.
Bucear en el mar de Turks & Caicos, hecho.
Esquiar en las montañas de Japón, hecho.
Cruzar el Canal de Beagle, hecho.
Manejar a 150 millas por hora en Alemania ... hecho, pero lo volvería a hacer antes que cualquier otra cosa.
Cada "experto" en viajes tiene sus propias ideas para configurar su lista de cosas que hay que hacer por lo menos una vez en la vida alrededor del mundo, pero para mi, el placer de la velocidad sin límite debería ser una obligación. Y debería serlo para cualquier entusiasta de los autos simplemente porque manejar en una Autobahn - la súper carretera alemana sin límite de velocidad - es la gloria de la experiencia alemana en carretera.
Una experiencia única
Después de manejar más de mil millas en 17 días ahora entiendo un poco más la pasión de los ingenieros y diseñadores alemanes para fabricar autos potentes, seguros, cómodos, elegantes y eficientes, y la de los conductores alemanes por ellos: Todo es para aprovechar la Autobahn.
¿Cualquiera puede manejar?
Cualquiera que tenga una licencia de conducir válida de Estados Unidos, puede manejar en Alemania "temporalmente". En este caso, temporalmente significa hasta 185 días o seis meses. Así que para todos aquellos que viajarán a Alemania para el Mundial del 2006, solo les bastará tener una licencia de conducir en regla y mucho, pero mucho dinero para la gasolina.
Es posible que los precios cambien un poco, pero el galón de gasolina no bajará mucho de los $6. ¿Y nosotros nos quejamos del galón de $3?
La gran ventaja es que, a diferencia de otros países europeos, en Alemania no se pagan peajes. Así que por lo menos en eso se puede ahorrar.
Mi primera experiencia alemana fue al volante del nuevo BMW 330, que tiene motor Valvetronic de 6 cilindros y genera 258 caballos de fuerza y tiene velocidad máxima de 250 kilómetros por hora (155 millas por hora). Mi velocidad máxima fue de "apenas" 230 kilómetros por hora (142 millas/hora) solo durante algunos minutos a la vez.
Y justo cuando me sentía el rey de la Autobahn y que nadie me podía alcanzar, tenía que salir del carril de la izquierda para dejar pasar a un conductor más arriesgado y con más experiencia que no solo me pasaba volando sino que lo perdía de vista en cuestión de segundos y nunca lo volvía a ver.
Hay reglas que respetar
La primera imagen de una Autobahn podría ser algo decepcionante para los que se imaginan que son autopistas de 20 carriles o de autodromos preparados para carreras de Fórmula Uno.
En realidad son carreteras comunes y corrientes en las que hay sectores donde simplemente no existen los límites de velocidad. Es más, podría decir que en la mayoría de los trayectos que realicé vi más tramos con límites de velocidad y zonas de construcción en las que apenas se puede llegar a los 100 kilómetros por hora (60 millas/hora) o en los que simplemente hay demasiado tráfico y no se puede viajar rápido.
En las zonas cercanas a Hamburgo, que es uno de los puertos de carga más importantes del mundo, la abundancia de camiones de carga tampoco permite demasiada velocidad, aunque hay que decir también que los conductores de estos vehículos súper pesados respetan las reglas que les limitan el tránsito solo por los carriles de la derecha.
El único accidente que vi en las carreteras alemanas fue justamente el de un camión que se salió de la carretera por la derecha, donde quedó inclinado sobre uno de sus lados.
Hablando de accidentes, se podría creer que su número debería ser proporcional a la velocidad, pero por lo menos a simple vista no sucede eso. Esto en parte que todas las carreteras por las que se puede manejar sin límites están en excelentes condiciones y sobre todo porque los conductores son respetuosos y es obvio que tienen experiencia para conducir de esta forma.
Y algo más. A pesar de que sí hay tramos sin límites de velocidad, donde sí existen hay que respetarlos. Las multas tampoco son cosa de broma y son proporcionales al exceso del límite.
Un poco de historia
Lo que hoy se conoce como la primera autopista pública del mundo fue construida en Berlín entre 1913 y 1921. El tramo de 19 kilómetros o 11.8 millas conocido como el AVUS está al suroeste de Berlín, y entonces y ahora era usado ocasionalmente para competencias de automovilismo. En su versión original tuvo dos carriles de ocho metros de ancho cada uno, con una separación de nueve. Alemania inauguró la primera carretera exclusiva para autos en 1929 entre Düsseldorf y Opladen, y en 1932 entre Colonia y Bonn.
En la década de 1930, bajo las órdenes de Adolfo Hitler, quien aprovechó la propaganda de los beneficios de las carreteras de alta velocidad, el gobierno alemán echó a andar los planes para construir súper carreteras de Norte a Sur y de Este a Oeste. La primera de ellas, la Reichsautobahnen fue inaugurada el 19 de mayo de 1935 entre Frankfurt y Darmstadt.
Cuando estalló la II Guerra Mundial, la red de Autobahns tenía ya 2,128 kilómetros (1322 millas), pero la expansión no continuó sino hasta 1953, con un tramo de 144 kilómetros entre 1953 y 1958.
A partir de 1959, el nuevo gobierno lanzó un plan para expandir la red de Autobahns en fases de cuatro años cada una que permitió llegar a 3,076 kilómetros (casi 2 mil millas) de súper carreteras en 1964.
Un nuevo plan de etapas de cinco años cada una, cuyo objetivo era lograr una red de 8 mil kilómetros (5 mil millas) y tener una entrada a una Autobahn a menos de 10 kilómetros o seis millas de cualquier punto en Alemania para 1990 tuvo que suspenderse tras la reunificación.
A partir de 1990, la Alemania reunificada concentró sus planes de expansión de autopistas en la reconstrucción en la ex Alemania del Este y aunque las viejas autopistas comunistas aumentaron la red a 11 mil kilómetros, para hacerla la segunda más larga del mundo, también ocasionaron que muchos tramos estén en construcción que parece permanente.
Bendito GPS
La única crítica que le doy al sistema de carreteras alemán en particular y a todo el sector turístico en general - sobre todo cuando Alemania tiene en puerta el Mundial 2006 - es que prácticamente todos sus letreros e indicaciones están en alemán.
A lo largo de todas las carreteras que recorrí de Frankfurt a Stuttgart, Munich, Neuremberg, Hamburgo y de regreso a Frankfurt encontré decenas de estaciones de servicio, espacios para descansar y teléfonos de emergencia, pero en todos ellos el inglés escasea.
Sin embargo, como en cualquier otra parte del mundo, un viajero experimentado se las puede arreglar para llegar a su destino. Preguntando se llega a Roma o a Rothenbaumchaussee 10 D 20148, Hamburg.
La solución a todos los problemas es la maravilla de la tecnología moderna llamada GPS (Global Positioning System), que en el caso del BMW resultó una herramienta fundamental para encontrar desde los Estadios del Mundial 2006, todos los hoteles en que me hospedé y los principales puntos de atracción turística en todas las ciudades.
Pero una vez que llegaba a un destino nuevo, lo único que quería hacer era volver a salir para correr en la Autobahn a 150 millas por hora.
