
¿Os acordáis del Ferrari Enzo T-top de hace unos días? En la revista Road & Track, Richard Losee, su dueño, contaba que había llegado a alcanzar los 320 km/h, posiblemente una de las velocidades más altas que jamás logró antes de reunirse en el cielo con Don Anselmo Ferrari. Losee convirtió ayer su peculiar Enzo en chatarra al salirse de la carretera a 160 por hora durante una carrera con fines benéficos cerca de Milfor, Estados Unidos. Por suerte, a diferencia del deportivo, su dueño tan solo sufrió varias fracturas y se encuentra fuera de peligro.
El accidente ocurrió en un evento llamado Utah Fast Pass Road Rally, en el que la policía de carreteras cierra un tramo de unos 25 kilómetros para que entre 25 y 30 superdeportivos puedan desgastar asfalto y neumáticos a placer. Los propietarios de los automóviles pagan 5.000 dólares (3.900 euros al cambio) por el privilegio de desmelenarse en una carretera pública, destinando el dinero a la fundación Honoring Heroes, encargada de ayudar a las familias de los agentes de la policía de carreteras de Utah caídos en acto de servicio.
Viendo cómo en unos pocos meses el Enzo ha pasado de ser portada de revistas a encontrarse en grave peligro de extinción, solo podemos recomendarte que corras a comprar el tuyo, antes de que desaparezcan las 400 unidades fabricadas por Ferrari (o las pocas que hayan dejado vivas sus atolondrados dueños).
Actualización: Los foros de Ferrari de todo el mundo están deshaciéndose en buenos deseos hacia Richard Losee, ofreciendo sus condolencias por su desaparecido Enzo T-top. Uno de los miembros de FerrariChat, omgjon, ha hablado en persona con Loose y nos cuenta lo que sucedió según el propio conductor:
De buena fuente: Richard iba a cerca de 200 millas por hora (321 km/h), y se topó con un bache en la carretera que lo lanzó por los aires. El automóvil dio siete vueltas de campana y quedó liso como una tortita. Por fortuna llevaba un casco. Tiene varias vértebras fracturadas en su cuello y espalda, cuatro costillas rotas, el esternon roto, algunos dedos rotos y la única cirujía que tal vez necesite será para su pulgar. Nada que ponga en peligro su vida. ¡Ha rechazado tomar medicación para el dolor porque piensa que merece ser castigado!


