La próxima carrera para el Porsche 919 Hybrid ganador de las 24 Horas de Le Mans presenta retos completamente nuevos. Este sábado 3 de septiembre el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) hará su debut en el circuito de Gran Premio de la Ciudad de México. La carrera de seis horas de duración en la metrópolis de casi nueve millones de habitantes corresponde a la quinta fecha de las nueve que hacen parte del calendario del WEC para este año. La pista de 4,303 kilómetros está ubicada a 2.250 metros sobre el nivel del mar, lo cual significa poco aire para los hombres y las máquinas. Adicionalmente, septiembre es uno de los meses más lluviosos en esta región. Al final de cada vuelta al autódromo Hermanos Rodríguez los pilotos deben girar a la derecha y luego a la izquierda para entrar de frente a un estadio de béisbol que puede acomodar 26.000 espectadores –fiesta mexicana en las empinadas graderías–.
Tras haber ganado en Silverstone (Inglaterra), Le Mans (Francia) y Nürburgring (Alemania), el equipo Porsche lidera la clasificación del campeonato mundial de Constructores con 164 puntos. Le siguen Audi, con 129, y Toyota, con 97. El campeonato de Pilotos es comandado por el trío conformado por el francés Romain Dumas, el suizo Neel Jani y el alemán Marc Lieb. Los actuales campeones de las 24 Horas de Le Mans suman 106 puntos y son seguidos por una terna de pilotos de Audi que suma 73 unidades. El alemán Timo Bernhard, el neozelandés Brendon Hartley y el australiano Mark Webber, quienes comparten el otro auto gemelo de Porsche, ocupan el octavo lugar con 28,5 puntos. Los actuales campeones mundiales no tuvieron suerte en las primeras tres carreras del WEC este año, pero regresaron a la victoria en las 6 Horas de Nürburgring, disputadas en julio pasado.
Treinta y dos autos están inscritos para competir en el escenario ubicado entre la Sierra Nevada y los volcanes gemelos Popocatépetl e Iztaccíhuat. La grilla de prototipos y autos deportivos está dividida en cuatro categorías. El Porsche 919 Hybrid pertenece a la categoría más alta, la de los prototipos Le Mans clase uno (LMP1). En la categoría LMP2 estarán compitiendo cuatro mexicanos: los hermanos Ricardo y Roberto González jr., así como Alfonso Díaz Guerra y Luis Díaz.
El 919 fue desarrollado en Weissach y tiene un sistema combinado de potencia que entrega más de 900 caballos (662 kW). Su motor de combustión es futurista y de reducido cilindraje: el muy compacto V4 de gasolina de dos litros sobrealimentado por turbo envía el eje trasero 500 caballos de potencia (368 kW). Dos sistemas diferentes de recuperación de energía –energía de frenado y energía de los gases de escape– alimentan una batería de iones de litio que, a su vez, pasa esta energía a una E-máquina para agregar una potencia adicional al eje delantero de más de 400 caballos (294 kW). En Nürburgring fue estrenado el nuevo paquete aerodinámico para altas cargas aerodinámicas. Es el tercer paquete aerodinámico que ha utilizado el 919 Hybrid esta temporada, y será el último, ya que el reglamento no permite desarrollar más paquetes para tratar de mantener los costos controlados. Sin embargo, hay cierto nivel de libertad para hacer ajustes de acuerdo a los diferentes trazados y condiciones climatológicas. Por seguridad, las reglas permiten una mayor refrigeración interna del motor en México.
“La carrera de México no solamente es un gran reto para los pilotos sino también para las aéreas de tecnología y logística”, dijo Fritz Enzinger, Vicepresidente del Proyecto LMP1. “Pero estamos muy complacidos de tener un nuevo destino en el calendario. Este trazado respira historia automovilística, y en Porsche siempre están presentes los grandes éxitos alcanzados por los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez, por quienes la pista fue bautizada. Fue maravilloso cuando Pedro Rodríguez se proclamó campeón del mundo con el 917 en 1970. Hasta hace muy poco tiempo, cada trazado era un nuevo territorio de exploración para nuestro equipo, que apenas cumple su tercera temporada. Estoy completamente seguro que el equipo sabrá sortear con éxito las tareas especiales que causará la altura y se acercará aún más a nuestro objetivo de retener el título”.
El Director del Equipo, Andreas Seidl, añadió: “Durante la preparación técnica para la carrera mexicana tuvimos que tener en cuenta una serie de factores fuera de lo común. En primer lugar la altitud. En comparación con los motores de aspiración normal, nuestro motor turbo pierde menos potencia, pero la refrigeración es un problema debido al poco aire y menor oxígeno. Esto afecta tanto a la transmisión como a los frenos. Necesariamente la resistencia aerodinámica es mucho más baja. Esto hace que sea difícil proporcionar la carga aerodinámica deseada en las curvas, pero en la recta de 1,2 kilómetros es donde vamos a ver las velocidades punta. Gran parte del circuito permite alcanzar aceleraciones máximas y el nivel de adherencia aumentará de forma significativa a menos que llueva, que es algo que se puede esperar”.