Año tras año el mercado automotriz introduce modelos con diseños innovadores y tecnología de última generación, sin embargo, siempre existen vehículos icónicos que dejan huella y se quedan en el corazón de los fanáticos.
Precisamente este es el caso de Gerardo Cantillo, vecino de Cartago, quien mantiene y conserva dos modelos Volkswagen clásicos: un Beetle modelo 1972 y una “Combi” modelo 1970. Ambos vehículos requirieron un “overhaul” o tratamiento profundo en cada pieza del motor, y, además, restauraciones generales para el óptimo funcionamiento.
Gerardo, quien dice que desde niño soñó con tener un Volkswagen debido a que su hermano siempre le habló de la calidad de la marca, expresó que su primer modelo fue como un golpe de suerte. “A mis 18 años salí a pasear a un pueblo cercano, en eso me topé a un señor con un vocho increíble, intercambié un par de palabras y al cabo de un rato decidimos intercambiar nuestros carros. Así, sin dinero de por medio, a pesar de que el mío era un modelo más nuevo que el Volkswagen, que era 1962”, expresó el fanático.
“En Automotriz, con el respaldo de Grupo Purdy y como distribuidor oficial de Volkswagen en el país, sabemos que no importa cuánto tiempo pase, estos modelos permanecerán en nuestra memoria y cuentan con familias grandísimas que comparten una misma pasión. Ganaron presencia por su eficiencia, durabilidad y bajos costos de mantenimiento”, añadió Ronald Vincent, gerente de Volkswagen en Automotriz.
Cada vehículo posee un motor enfriado por aire tipo bóxer de 4 cilindros. El vocho es 1.600 cc y una capacidad de 65 caballos de fuerza; la Combi es 1835 cc y ofrece hasta 110 caballos de fuerza.
Ambos cuentan con encendido electrónico con caja multi chispas para mejorar la mecánica y enfriador de aceite. A nivel externo los vehículos mantienen la originalidad y esencia.
Fan al límite. Por si fuera poco, el fanatismo llevó al vecino de Cartago a construir su propio garaje con el emblema de la marca. “Este garaje me lo pasó alguien en una fotografía y lo puse de fondo de pantalla en mi computadora por más o menos 10 años. Mantuve mi ilusión de hacerlo durante todo ese tiempo, con la dicha que pude materializar el sueño hace un par de años”, aseveró Cantillo.
En el garaje posee una pared con fotos históricas de los modelos, recortes de revistas, una colección de vochos a escala y está acondicionado como un taller de mecánica básica, ya que es uno de sus hobbies.
“La visión de Volkswagen está enfocada en crear más y mejores opciones de movilidad, meta que comparten con Grupo Purdy como corporación; sin embargo, la comunidad de entusiastas tiene un espacio muy grande dentro de la historia de la marca a nivel global. Es muy satisfactorio conocer historias de una marca tan querida”, comentó Vincent.
Gerardo ha participado en el Vochoclub y en otras comunidades de apasionados por la marca y el modelo.
“Hace un mes me fui con mi burbuja familiar en la Combi para Limón y nos fue excelente. Regresamos como si nada. Lo más lindo de tener modelos así es cuando la gente llega a verlos y se quedan maravillados. Lo único es que si me preguntan cuánto valen, no lo puedo responder; ya que no tienen precio comercial por lo mucho que significan para mí”, concluyó Cantillo.