Después de dos años fuera de escena por la pandemia de covid-19, el Salón del Automóvil de Detroit, la gran feria de la industria automotriz de Estados Unidos, regresará el miércoles con un nuevo enfoque, que pretende ser menos ostentoso.
El North American International Auto Show, antes una cita de enero, en pleno invierno boreal, se realiza ahora en septiembre para poder organizarse en parte al aire libre. Y ofrece un lugar destacado a los muchos vehículos eléctricos que se exhibirán, señal de los primeros pasos hacia la larga transición del sector.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará el Salón el día de apertura, reservado solo para los medios de comunicación, para promocionar las medidas que está tomando su gobierno para fomentar la adopción de vehículos eléctricos.
El ambiente promete ser diferente: en el apogeo de su esplendor, el Salón era conocido por los ‘petit fours’ y las cajas de champán que repartían los “3 grandes” de Detroit (General Motors, Chrysler y Ford), pero también los gigantes internacionales como Toyota y Mercedes-Benz, durante los pomposos lanzamientos de sus relucientes máquinas.
En Europa, la feria automotriz de Ginebra se canceló este año por cuarta vez consecutiva y se trasladará en 2023 a Doha (Catar), mientras que el Salón de Frankfurt se pasó a Múnich y se reconfiguró como un evento de “movilidad”. Se espera que el show de París del mes que viene sea más pequeño que en años anteriores.
Un cambio importante en Detroit se refiere al lanzamiento de nuevos modelos, ya que los fabricantes de automóviles descubrieron durante la pandemia los beneficios de las presentaciones virtuales, significativamente menos costosas que un stand en una feria.
General Motors siguió ese camino con su EV Equinox, revelando el tan esperado vehículo en línea el jueves, una semana antes del salón.
“La forma en que presentamos nuevos productos ha cambiado en los últimos años para adaptarse a nuevas maneras de llegar a un mayor número de personas”, dijo el portavoz de GM, Chad Lyons, y señaló que el Equinox y otros vehículos eléctricos de la gama también se mostrarán en Detroit.
Nuevo Mustang
La mayor revelación de productos se espera que sea el Mustang de séptima generación de Ford, sobre el cual se mantiene el misterio. El gigante automotriz de Michigan no ha dicho si el automóvil que dará a conocer el miércoles es eléctrico o con motor de combustión interna.
El debut, anunciado en julio en Twitter por el director ejecutivo de Ford Jim Farley, será en Detroit después de una “estampida” de Mustangs de los seis modelos anteriores organizada por la compañía, que en los últimos días atravesó nueve estados del norte del país, desde Washington hasta Michigan.
Además de Ford y GM, Stellantis también prevé presentar algunos de sus nuevos productos en Detroit, especialmente el día antes del inicio oficial de la feria.
El Salón de Detroit sigue siendo sin embargo un evento mediático, con más de 2.000 periodistas acreditados de unos 30 países, dijo Alberts, quien cree que con el cambio a los vehículos eléctricos la feria brinda la oportunidad de “comprender estas nuevas tecnologías y sentirse más cómodo con ellas”.
Si bien es difícil estimar la afluencia de público tras dos años de ausencia, Alberts calcula que 500.000 visitantes sería un éxito, para un evento que atrajo a más de 700.000 en su época dorada