Esto es lo que sucede cuando siete generaciones del Porsche 911 unen sus motores bóxer, es simplemente genial y además acompañado por el sonido del chillar de las llantas y algo más. Siete autos en un almacen vacío, corriendo y girando y creando su propia sinfonía jazz.
Luego se unen para sonar una canción real: la canción de feliz cumpleaños.
Sí, podríamos escuchar esto todo el día. Y ni siquiera es nuestro cumpleaños.