
La excusa de "lo siento agente, estaba probando el coche nuevo" es tan vieja como práctica (hey, a veces funciona), pero hemos de admitir que no conocemos a nadie que haya tenido la ocasión ni la caradura de soltarla tras ser sorprendido en un flamante Porsche Carrera GT a 310 kilómetros por hora.
Eso es lo que le sucedió al consejero delegado de Telecom Italia, Riccardo Ruggiero, que fue cazado in fraganti poniendo a prueba su última adquisición en una autopista del norte de Italia. En otros países, esta clase de comportamiento antisocial le hubiera costado pasar unas noches entre rejas y quedarse sin juguete del que presumir, pero el ejecutivo escapó perdiendo la mitad de sus puntos del carné de conducir y pagando una multa de 357 euros -una tontería para la persona que dirige la principal empresa de telecomunicaciones de Italia, con unos ingresos registrados de 30.000 millones de euros anuales-. Lo máximo que le puede pasar a Ruggiero es perder su permiso por entre uno y tres meses, pero dada su posición económica suponemos que puede permitirse pagarse un chófer mientras dure la sanción.