El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló el martes un paquete de fuertes aumentos arancelarios sobre una variedad de importaciones chinas, incluidos vehículos eléctricos, chips de computadora y productos médicos, arriesgándose a un enfrentamiento con Beijing en un año electoral en un intento por atraer a los votantes que otorgan bajas calificaciones a sus políticas económicas.
Biden mantendrá los aranceles establecidos por su predecesor republicano Donald Trump y aumentará otros, incluida la cuadriplicación de los aranceles sobre vehículos eléctricos a más del 100%, dijo la Casa Blanca en un comunicado. Citó «riesgos inaceptables» para la seguridad económica de Estados Unidos planteados por lo que considera prácticas chinas injustas que están inundando los mercados globales con productos baratos.
Las nuevas medidas afectan 18 mil millones de dólares en bienes importados chinos, incluidos acero y aluminio, semiconductores, baterías, minerales críticos, células solares y grúas, dijo la Casa Blanca.
Una posible respuesta de China sin duda será un reclamo internacional. La Organización Mundial de Comercio establece un límite de 35% para los aranceles aduaneros, dentro de un pacto mundial que firmaron todos los países, incluyendo a EEUU.
Esto además podría ocasionar que muchas automotrices chinas decidan establecer sus fábricas en Estados Unidos para competir con las mismas reglas impositivas de sus rivales. Esto sería la misma estrategia que adoptaron los fabricantes japoneses hace décadas, cuando Estados Unidos también intentó bloquear su llegada al mercado local.