
"Solo para que todos estén al tanto: no escuché una palabra", fue la primera reacción en Twitter, del polémico conductor inglés del programa Top Gear, Jeremy Clarkson, luego de que la BBC decidiera no renovarle el contrato por una pelea con un productor, según adelantaron medios locales como Sky News y The Guardian.
"No tenemos nada que añadir sobre este tema", se negó a declarar un portavoz de la BBC.
Amado y detestado por igual, el famoso Clarkson, que a lo largo de su carrera al frente del programa de coches televisivo Top Gear, el de más audiencia de la BBC, ha tenido roces con las autoridades argentinas y mexicanas, estaba suspendido desde el 10 de marzo a la espera de que concluyera la investigación sobre la pelea. Al parecer le pegó a un productor.
En el incidente con Argentina, la producción de Top Gear compró tres autos para el rodaje del episodio que transcurrió en la Patagonia: un Porsche 928 GT, un Lotus Esprit y un Ford Mustang Mach I, con matrículas alusivas a la guerra de Malvinas.
Se estima que el programa tiene una audiencia de más de 350 millones de espectadores en todo el mundo.
Según los medios británicos, el presentador le pegó al productor después de una riña porque al término de un día de rodaje no había nada caliente qué cenar.
La suspensión conllevó además que no se emitieran los tres últimos capítulos de Top Gear de esta temporada.
La BBC se enfrenta a pérdidas millonarias que podrían empezar con las indemnizaciones a las decenas de televisiones de todo el mundo que emiten Top Gear.
El programa reporta 50 millones de libras ($75 millones, 70 millones de euros) cada año a la corporación británica. Además, más de un millón de personas habían firmado un manifiesto reclamando el regreso del presentador.
La petición en la página change.org fue bautizada "BBC: reinstauren a Clarkson", y abogaba por "el derecho a las peleas".