
El gabinete del Presidente de los Estados Unidos planea desprenderse cuanto antes de sus acciones de General Motors Co. y Chrysler Group LLC, según aseguró ante los medios de prensa, Ron Bloom, presidente del comité especial del Departamento del Tesoro que supervisa a las dos compañías automotrices que recibieron un total de 65.000 millones en préstamos.
Bloom dijo que el gobierno estadounidense no vendería todas sus acciones en las ofertas públicas iniciales, especulando con recibir más dinero si suben los títulos de la compañía.
El tesorero de GM, Walter Borst, declaró que la compañía trataría de pagar los préstamos gubernamentales antes del plazo de seis años establecido por el comité especial y añadió que la empresa está trabajando en medidas de contabilidad para reorganizar sus finanzas luego de la bancarrota.
Por su parte, Jan Bertsch, vicepresidente y tesorero de Chrysler, dijo que la compañía va a poder pagar toda su deuda y expresó: “nuestro objetivo es pagarlo todo y no veo problemas para hacerlo”.
El gobierno de los Estados Unidos posee el 61% de la nueva General Motors y el 8% de Chrysler.