
Nadie sabe cuántas vidas le quedan a Jaguar, pero la próxima generación del S-Type bien podría la que le sacara del grave aprieto en el que se encuentra dentro de Ford. Conocido por el nombre en clave de X250, el nuevo S-Type es un sedán contundente, con una forma que deja a un lado el aspecto retro de la berlina conocida por todos en favor de una estética rompedora, sin precedentes dentro de la marca. La parrilla no difiere demasiado de prototipos recientes como el RD6 y el R-Coupe, mientras que las luces delanteras cuádruples han sido borradas del diseño en favor de dos unidades multifaro. De la misma forma, la parte posterior parece haber sido levantada, tal cual, del XK Coupe.
Como se ha reportado, el nuevo S-Type no utilizará aluminio en la misma cantidad que el XJ y el XK, empleando principalmente paneles de acero en su carrocería y dejando el ligero metal para piezas como el capó, a fin de compensar la relación peso/costes de producción. Esto significa que Jaguar (o más bien Ford) ha elegido montar el S-Type sobre el chasis mejorado de la presente generación. Hablando del habitáculo, el interior toma numerosos rasgos de la cabina del XK.
El nuevo S-Type continuará utilizando los mismos motores que el actual, ofreciendo el V8 de 420 caballos del XKR en la explosiva versión R. Un cambio automático de seis velocidades será estándar en toda la gama, y cabe esperar que su funcionamiento sea igual de bueno que el visto en el XK.
¿Será capaz el S-Type de hacerse hueco en un segmento tan competitivo como en el que se desenvuelve? Todavía no se sabe, pero si el resultado está a la altura del reciente XK, todavía queda esperanza para Jaguar.