Pero cuidado, si os fijáis decimos KTM, y nadie más. Según nos cuenta la revista británica EVO, Audi señaló que si querían que llevara los cuatro anillos sobre el capó, el X-Bow tendría que equipar un cierto equipamiento de seguridad que hubiera lastrado sus prestaciones, como los obligados airbags. KTM no estaba por la labor de hacerlo engordar, así que directamente prefirió ponerle su marca y continuar el proyecto sin Audi.
EVO ya ha visto el X-Bow y dice que ahora mismo hay tres prototipos en construcción. El primero será empleado para ajustar el chasis, el segundo se convertirá en picadillo en uno de los necesarios tests de choque, y el tercero será sobre el que dejaremos nuestras babas en el Salón de Ginebra.
En cuanto al tema técnico, ya sabemos que la versión con cambio manual de seis velocidades pesará 700 kg, así como que también habrá otra con DSG y 20 kg por encima del modelo normal. La potencia necesaria para poner los pelos de punta a más de un deportivo de alto copete, será proporcionada por un motor Audi de 2 litros y cuatro cilindros en línea, que producirá entre 220 y 300 caballos. Su posición en el vehículo ha sido especialmente cuidada, de forma que el propio peso del conductor equilibrará el chasis.
También habrás notado en el dibujo que el X-Bow carece de parabrisas. Eso es debido a que las leyes europeas requieren que si un automóvil está equipado con uno, también ha de contar con limpiaparabrisas y un sistema de desempañamiento. En su lugar y para evitar peso, los compradores recibirán un par de cascos especiales que los protegerán de los elementos. Dichos cascos podrán ser guardados en un compartimiento especial cuando no estén sobre los hombros de sus dueños.
Las pruebas de esta curiosa colaboración ya han comenzado, y EVO afirma que se pondrá a la venta durante la segunda mitad de 2007, con tiempo suficiente para organizar una competición especial el año que viene.








