Aunque con una presencia menor a la masculina, las mujeres se destacan desde hace años en el amplio mundo de los autos, donde con sus logros han sabido ganarse su lugar a costa de grandes esfuerzos y de luchar contra muchos que, en el común de los casos, suelen hacerles el camino más difícil.
Sucede que, si bien son menos, sus logros obtenidos le dieron el lugar que ellas se merecen, ya que luchando de igual a igual, demostraron en más de una ocasión estar por encima de los hombres en muchas competencias. Principalmente su incursión en el mundo de los autos se profundizó en el segmento de las competencias donde, convertidas en pilotos, batieron en reiteradas oportunidades a las principales figuras masculinas.
El caso más reciente se dio en la categoría Gran Am que se corre en Estados Unidos, donde la venezolana Milka Duno, corriendo en dupla con el piloto inglés Andy Wallace, se convirtió en la primera mujer en triunfar en una de las principales categorías de pista norteamericana. Pero esto no es todo, y a continuación se detallan algunas de las mujeres que han dejado su huella en el mundo del automovilismo, lo que les valió el respeto del resto de los competidores y amantes de la especialidad.
Pasarelas y buzo antiflama
Una de las figuras femeninas que más se ha destacado dentro del mundo automotor es la ex modelo Delfina Frers quien, tras bajarse de las pasarelas donde brilló por muchos años, comenzó a desarrollar su otra gran pasión: las carreras de autos.
Tras aprender desde la butaca derecha los secretos de la conducción deportiva y prepararse cerca de ocho meses en el aspecto físico, Delfina comenzó a participar en forma profesional dentro del Turismo Competición 2000, integrando la división menor de esta categoría que la tuvo en dos oportunidades en lo más alto del podio. Actualmente, luego de alternar algunas presentaciones en del Turismo Carretera del NOA, que se corre en el norte argentino, se encuentra integrando el lote de pilotos de la Top Race, donde este año inició el campeonato sobre un Chrysler Neón del equipo MD Racing, radicado en Villa Carlos Paz.
Mujeres en el desierto
Hace ya unos cuantos años que la carrera más dura del mundo, el Rally París-Dakar, cuenta con una importante presencia femenina entre los inscriptos para la largada dentro de las tres categorías que abarca esta competencia: motos, autos y camiones. En este ámbito, sin lugar a dudas, la más famosa de todas por los resultados obtenidos y por haber sido la primera mujer en ganar una general de esta carrera, en el año 2001, es la alemana Jutta Kleinschmidt.
Se trata de una gran piloto cuyas cualidades le permitieron integrar los más poderosos equipos oficiales que toman parte dentro de esta dura competencia como Mitsubishi y Volkswagen. Además, desde el año pasado forma junto a la italiana Fabrizia Pons la única dupla íntegramente femenina que participa en esta carrera, lo que realza aún más la presencia de las mujeres en el Dakar.
En el Rally
Si bien ya no participa activamente en carreras por el campeonato mundial de rally, la piloto francesa Michelle Mouton pasó a la historia por ser la única mujer en ganar cuatro competencias de este certamen. Su recuerdo quedó grabado en la memoria de los amantes de la especialidad, que la veían "volar" por el camino sobre los potentes Audi Quattro que integraban el ya desaparecido Grupo B del Rally Mundial.
En 1982, Michelle Mouton se hizo con el subcampeonato mundial de rallies, obteniendo también la distinción de “Piloto de Rallies más Rápida del Mundo”. Tras ambos éxitos, decidió retirarse de la competición activa, aunque no del todo. Michelle Mouton consiguió hacerse un hueco en el Campeonato Mundial de Rallies, una categoría deportiva reservada casi exclusivamente a los hombres, y además obtener varios triunfos al volante de un Audi Quattro 4WD, ganando a pilotos míticos, como Hannu Mikkola, Stig Blomqvist (compañeros de equipo de la francesa) o Walter Röhrl.
A pesar de que comenzó en los rallies como copiloto, pronto se aburrió de ir sentada al lado del conductor, por lo que su padre le compró un Renault Alpine 1600 con el que comenzó a competir en diferentes pruebas, hasta proclamarse vencedora en el Campeonato de Francia de la especialidad en 1974 y 1975.
Los triunfos comenzaron a sucederse. En el Rally de Monte Carlo de 1976, Mouton se hizo con el Trofeo de Damas. Un año más tarde participaba en el Campeonato Europeo de Rallies, copilotada por su pareja, Françoise Conconi, con el que consiguió su primera victoria absoluta en una carrera europea, en el Rally RACE, la prueba española del certamen continental.
En 1978 se convirtió en piloto oficial de Fiat Francia, finalizando en el séptimo lugar en Monte Carlo con un Lancia Stratos. Al año siguiente ganó la carrera francesa del Campeonato Europeo de Rallies en un 131 Abarth. El vehículo que conducían Mouton, Mikkola y Blomqvist fue desarrollado por Ferdinand Piëch, nieto del fundador de Porsche. Cuando, en 1972, el fabricante de vehículos de lujo fue privatizado, la familia Porsche abandonó el control diario de la compañía, por lo que Piëch se trasladó a Audi NSU como jefe de Proyectos Especiales. En 1975, se convirtió en vicepresidente de esta rama de la empresa y, dos años después, comenzó el desarrollo de un vehículo para el Mundial de Rallies. Así fue como surgió el Audi Quattro con tracción total con el que Hannu Mikkola consiguió la victoria en el Rally de Suecia de 1981, el primer triunfo de este coche en el Mundial.
Los mayores triunfos de la piloto gala, una de las pocas mujeres que se han abierto paso en el automovilismo, llegaron en la década de los 80 de la mano de Audi. La marca germana fichó a Mouton en 1981 como piloto oficial para representar a la escudería en el Campeonato Mundial de Rallies, una decisión que, al principio, levantó cierta polémica, ya que la mayoría de los aficionados alemanes hubieran preferido un piloto local como compañero de Hannu Mikkola. Sin embargo, las victorias obtenidas para Audi le granjearon la simpatía de todos los entusiastas de este deporte, que llegaban a abrir la puerta del vehículo para saludarla cuando el juez estaba iniciando la cuenta atrás que indicaba la salida de un tramo.
En 1981, Michelle consiguió subir al primer escalón del podio en el Rally de San Remo, arrebatándole la victoria al mítico Ari Vatanen. La francesa se convirtió así en la primera mujer (y, hasta ahora, única) que ha ganado una prueba del mundial de rallies.
La siguiente temporada confirmó el buen hacer de la piloto del Audi Quattro y de su copiloto, la italiana Fabrizia Pons. A pesar de la oposición de sus compañeros de equipo (Mikkola y Blomqvist), que no estaban dispuestos a dejarse ganar por una mujer, Michelle consiguió el primer puesto en los rallies de Portugal, Acrópolis y Brasil, haciéndose con una victoria más que su máximo rival, Walter Röhrl.
El alemán se ha distinguido por su inteligencia al conducir, pues siempre se mantenía al acecho, arriesgando lo justo y obteniendo la mayor cantidad de puntos posible. La táctica de Mouton era distinta, pues trataba de ir siempre lo más deprisa que pudiera, con el objetivo de ganar la carrera. Al final, el Opel Ascona 400 de dos ruedas motrices de Röhrl ganó el mundial de 1982, a pesar de haber conseguido sólo dos victorias en ese año: Monte Carlo y Costa de Marfil, el rally que le costó el título a Michelle Mouton, ya que tuvo que abandonar por un fallo en la transmisión. La regularidad de Röhrl se impuso a la rapidez de la piloto gala, que obtuvo el subcampeonato del mundo.
Tras esta derrota, Mouton abandonó el Mundial de Rallies, pero no su actividad en el mundo de la competición. Así, en 1984 (y todavía ligada a Audi) ganó la mítica prueba Pikes Peak, estableciendo un nuevo récord para la carrera. Poco después se unió al equipo Peugeot de raids, con el que disputó varias pruebas (entre ellas una Baja España), obteniendo buenos resultados.
Cuando dejó la competición, Michelle puso en marcha (con la ayuda de su marido, el sueco Frederic Johnson) un espectáculo basado en el Campeonato Mundial de Rallies: la Carrera de Campeones, cuya primera edición se realizó en París, en 1988. La ex-piloto reunió a todos aquellos que habían sido Campeones del Mundo de Rallies (Vatanen, Kankkunen, Blomqvist, Mikkola o el propio Röhrl) para hacerles recorrer, de forma eliminatoria, un circuito mixto, con zonas de asfalto y tierra. La experiencia se repitió al año siguiente en Nurburgring y, una temporada después, en Barcelona. En 1991 la Carrera de Campeones llegó al Circuito del Jarama (Madrid), donde venció Juha Kankkunen, tras derrotar a Auriol y, en las semifinales, a Carlos Sainz.
Por estos días, Michelle Mouton no compite más a nivel profesional, aunque sigue ligada al mundo de los autos: en carreras de autos históricos y organizando la tradicional "Carrera de los Campeones" que se corre todos los finales de año en la isla española de Gran Canaria.
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