
Es posible que alguno de sus creaciones hayan sido icónicas, pero no puede decirse que me apasionen. Sin embargo, cada vez que veo el Brera no puedo dejar de pensar que realmente es uno de los automóviles más bellos que jamás han salido de Italia. Y si además le ponemos una capota de tela, ya es el acabose.
Las motorizaciones corren a cuenta de dos motores de gasolina de 2.2 y 3.2 litros (de 185 y 260 caballos respectivamente) y un diésel 2.4 de 200 caballos, aunque no se puede descartar una versión de mayor rendimiento en el futuro.
Esperamos poder ver más de esta belleza milanesa en el Salón del Automóvil de Ginebra.

