
Es una historia de dos capítulos que se repite no solo en Costa Rica sino en cualquier parte del mundo. Es un sueño de muchos, que se convierte al cabo de los años, en una herencia que pasa de padres a hijos, basada en el deseo de ver realizado un sueño de juventud y aunque el primero lo intentó, no pudo plasmarlo por muchas razones –en especial la económica- fuera del alcance de quien soñó tanto con un volante deportivo exitoso. Sin embargo, se quedó latente en su vida.