Jimmie Johnson vence Allstate 400 at The Brickyard

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Con tan solo una victoria bajo el brazo para el bicampeón Jimmie Johnson y apenas dos en total para su operación, Hendrick Motorsports, esta temporada, Rick Hendrick decidió llevar la semana pasada al taller a un motivador especial.

Jerry Moore, entrenador del actual tres veces campeón con Appalachian State en fútbol americano universitario y arquitecto de la muerte de Michigan la temporada pasada en uno de los hechos más grandes del deporte. Moore insistió en como "todo se trata del deseo y la dedicación", según Hendrick.

Luego Hendrick tomó por sorpresa a Chad Knaus, jefe de equipo de Johnson.

"Llamé a Chad ante el Entrenador Moore. Dije: `¿Chad, vas a ganar este campeonato para nosotros como lo hizo Appalachian?`", contó Hendrick.

Knaus dio un paso adelante y respondió, prometiendo: "Voy a dar lo mejor de mi".



More no estaba impresionado. Observó a Knaus y dijo: "Puede que eso no sea suficiente".

Knaus sabe como dar, así como recibir una burla. Miró a los ojos a Moore y lanzó una advertencia propia.

"Debes estar contento de que no soy entrenador de fútbol americano en esa liga en la que estás", dijo.

Piloto campeón

Moore debería estar orgulloso por la forma en que Knaus y el equipo del Chevrolet Nº48 de Johnson manejaron la adversidad durante la Allstate 400 que estuvo plagada de banderas amarillas el domingo en The Brickyard. Con las neutralizaciones impuestas por NASCAR cada diez vueltas debido a que los neumáticos Goodyear explotaban de forma alarmante, Johnson se relajó cuando pudo y con cautela lideró el camino cuando vio que no había otra opción.

En resumen, Johnson corrió como un campeón. Y no siempre fue así esta temporada.

A principio de año, parecía que el equipo de Johnson estaba perdiendo el rumbo cuando no lograba repetir el gran éxito de la temporada pasada --cuando ganó diez carreras de la Copa Sprint. Pero una vez que el equipo comenzó a ordenarse, Johnson cometió algunos errores de conducción poco característicos en él.

Siendo líder en Chicagoland, carrera anterior al evento del domingo en Indianapolis Motor Speedway, Johnson dejó que Kyle Busch lo pasara por afuera en el último reinicio y perdiera la punta a menos de dos vueltas de la bandera a cuadros. Terminó la carrera en la segunda posición, detrás de Busch, pero se culpó a si mismo por no llevarse la victoria.

Johnson admitió que ese momento se pasó por su mente en el final de la carrera el domingo corrida ante una multitud estimada en 240.000 personas. No quería decepcionar nuevamente a su equipo --especialmente después de que su grupo de mecánicos lo llevó de tercero a primero en la última parada en boxes a ocho vueltas del final.

Esta vez, Johnson mantuvo a raya cualquier desafío propuesto por Carl Edwards, quien finalizaría segundo la competencia.

"Funcionó", dijo.

De haber habido alguna insinuación de que no sería así, Johnson sabía exactamente lo que tenía planeado hacer.

"No hubiéramos llevado los coches a casa entre Carl y yo en ese último reinicio", dijo sonriendo.

Mirando hacia delante

El resto de la carrera puede haber sido un fiasco debido a un problema con los neumáticos que nunca debería haber ocurrido, pero el hecho es que el que probablemente era el mejor auto del día ganó la carrera. Johnson fue quien más vueltas lideró con un total de 71, y obviamente no podría haberlo hecho sin la asistencia del reservado Knaus.

El año pasado demostraron ser el equipo imbatible al lograr Johnson su segundo campeonato consecutivo. Este año, parecen ser humanos.

Sin embargo, el domingo puede haber sido la indicación de que parte de esa magia está lista para volver a ser parte del equipo Nº48. No te des vuelta, Kyle Busch, pero puede que otro candidato al campeonato esté al acecho en tu espejo retrovisor.

"Pienso que cuando lo veo desde el punto de vista del piloto, en pistas que son inolvidables, repavimentadas, uno ve que la gran parte del campo es veloz y puede lograrlo", dijo Johnson. "Quiero decir, todo el mundo tiene coraje y valentía, está comprometido a ir rápido.

"Pero cuando te trasladas a pistas técnicas, cuando te encuentras en situaciones técnicas, pienso que sólo hay un puñado de equipos y pilotos que pueden llegar a la cima. Yo quería ser ese. Siento que soy ese piloto y somos ese equipo".

La segunda victoria de Johnson en el mítico Brickyard en tres años le permitió avanzar un lugar en las posiciones del campeonato para ser cuarto, a tan solo 44 puntos de Jeff Burton y a 62 de Dale Earnhardt Jr., tercero y segundo respectivamente.

El próximo compromiso de la Copa Sprint es en Pocono, que es similar a Indianápolis en muchos sentidos (esperemos que no respecto a la desintegración de los neumáticos Goodyear). Si Johnson y Knaus entran en calor como el mes de agosto, pueden tranquilamente enorgullecer al Entrenador Moore para cuando la temporada de Moore se inicie.

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