
Entre los 500 normales y los Abarth había un hueco vacío en la gama: el de un 500 de corte deportivo pero menos radical que el de la marca del escorpión. Pues bien, ese hueco ya está ocupado: llega el Fiat 500S.
Se trata de una versión que apuesta por una deportividad potenciada por la estética y no tanto por la mecánica (los motores son los conocidos y ninguno es excesivamente potente). Así, el 500S luce un acabado cromado para la carrocería, cambia paragolpes y faldones, estrena diseño de llantas y añade detalles como los cristales tintados o el alerón.
En el habitáculo la tapicería también tiene un nuevo diseño, y predomina el color negro tanto en los asientos como en el volante y la palanca de cambios de cuero, con costuras rojas y el salpicadero acabado en gris mate.
El equipamiento de serie está formado por el aire acondicionado con regulación manual, retrovisores eléctricos y térmicos, sistema Blue&Me y mandos de la radio en el volante. Entre los extras se encuentran las llantas de aleación de 16 pulgadas o el climatizador automático.