El último modelo desarrollado en colaboración con McLaren hace buen uso de su conocido motor 5,5 V8 AMG para entregar 650 CV y 820 Nm, catapultando al descapotable hasta los 335 km/h. El 0 a 100 no se realiza, sino que directamente "sucede" en 3,7 segundos; 10,6 segundos es el lapso necesario para alcanzar los 200 km/h. Esto es posible entre otras cosas gracias al uso casi indiscriminado de la fibra de carbono, material que compone toda la carrocería a excepción de dos paneles de aluminio. Mejorando la estructura del vehículo, Mercedes ha reforzado el pilar A e instalado dos aros antivuelco.


