Aprovecho este tema para poner una muestra de las cosas lindas que se hacen en este tipo de actividades. Lástima que los medios a veces no ayudan a darle más realce a este tipo de iniciativas (por ejemplo esto salió en LN pero hasta HOY y en chiquitito) que sacan a relucir lo más noble que puede tener un deportista: la SOLIDARIEDAD
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Caridad en la pampa
Luis Edo. Díaz |
luisdiaz@nacion.com
Publicado: 2009/07/04
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Hace una semana, dos centenares de ciclistas recorrieron las costas de Guanacaste y Puntarenas en la sétima edición del Guanaride y más allá de la disputa que hubo entre Federico Lico Ramírez y Marconi Durán por dejarse el título, hubo un hecho en particular que no debe pasar inadvertido.
Momentos antes del primer banderazo de salida, en Liberia, sucedió algo que cambió la vida de 15 niños guanacastecos.
Esos infantes tienen en común que provienen de hogares de escasos recursos, aunque luchan contra la adversidad por asistir a la escuela y construir su futuro.
Todos sobresalen por presentar excelentes notas escolares, pero lo más relevante son las largas distancias que esos niños deben recorrer a pie, a diario, para poder asistir a clases.
Todo ese panorama caló profundo en la fundación internacional Wheels4life , dirigida por Hans Rey, un mítico ciclista (con su lema Da una bici... cambia una vida ), que en conjunto con la organización del Guanaride, donaron 15 bicicletas a esos niños.
Más allá de un juguete, las bicis pasaron a ser parte fundamental del diario vivir de esos pequeños, muchos de los cuales pasarán de recorrer a pie hasta 30 kms, a hacerlo montados sobre dos ruedas, con los beneficios en tiempo y salud que eso conlleva.
Junto a las bicis , la organización Aconvivir –asociación que promueve la convivencia y el respeto vial– dotó a los niños de cascos, luces y chalecos reflectores para que su transitar por las interminables calles guanacastecas sea más seguro.
La entrega de las bicicletas fue un premio al esfuerzo y a la voluntad de querer ser cada día mejor, y se pretende que año tras año la donación se convierta en una tradición. ¡En buena hora!
Daniel una vez más mae... y al margen de la chingadera, mis respetos porque terminar esa vara no es jugando, más aún en buena posición. No afloje mae!